Ciencia en Egipto

El Ojo de Horus o "Udyat" fue un símbolo mágico, que albergaba en su jeroglífico los primeros números racionales.(Foto Wikimedia Commons)

El antiguo Egipto tenía algunas tecnologías científicas avanzadas, con especial énfasis en los campos de riego y la medicina. Por desgracia, a través de toda la historia, la religión jugó un papel muy importante en la vida, y queda limitada la capacidad de entender los fenómenos naturales y desarrollar nuevas tecnologías, contrariamente a la creencia popular, la metodología científica no es un concepto desarrollado en el antiguo Egipto.

La capacidad de organizar el trabajo intenso, y el acceso a los recursos controlados por grandes faraones y nobles, permitió la construcción de las grandes pirámides y otras tumbas. Estos monumentos fueron los logros de la subordinación humana, porque los egipcios no fueron particularmente avanzados tecnológicamente. Carecían de poleas u otros dispositivos para izar los grandes bloques de piedra que forman las pirámides.

La astronomía era muy importante para los egipcios, quienes observaban el cielo con regularidad y crearon el calendario egipcio.

Un ejemplo claro es el hecho de que Amenemhat crease el reloj de agua, la clepsidra, que permitió a los antiguos egipcios medir el paso de cada 12 horas, de noche y de día de invierno y verano. Este reloj de agua consistía de 12 columnas talladas con 11 hoyos falsos, correspondientes a las horas de la noche. El agua fluía a través de un agujero muy pequeño hecho en el centro de la parte inferior, emergiendo en el exterior. Para saber la hora, había que mirar dentro de la cuenca para observar el nivel del agua y leer el tiempo de acuerdo con el orificio falso más cercano.

El país acoge la Oficina Regional de Ciencias en la región de los Estados Árabes, con sede en El Cairo, que es también la Oficina de Cluster para Egipto, Sudán y Yemen.

El Centro Regional de Formación y Estudios Hidrológicos de las tierras áridas y semi-áridas,  funciona bajo los auspicios de la UNESCO, dedicándose a su estudio científico  y promoviendo acciones  políticas para el manejo integrado y sostenible de los recursos hídricos en todos los niveles.

La ciencia de Egipto participa en la gestión sostenible de zonas áridas marginales, conocido como el proyecto «Sumamad«. El objetivo del proyecto es proporcionar mejores medios de vida alternativa,  y reducir estas áreas de vulnerabilidad para los habitantes de las tierras secas, por la degradación de la tierra.

Uno de los campos investigados por la ciencia en Egipto es el uso de alternativas no convencionales y fuentes de agua. Se  puede acceder a los proyectos que se están llevando a cabo en el país en el marco de la UNESCO Sector de Ciencias Naturales.